miércoles, octubre 4






Un paisaje único y sugestivo, bellísimos pueblos acantilados sobre el mar.
Como hemos llegado a Italia después haber viajado por España y Francia, había esperándonos una cola larga 8 kilómetros y después de una hora, túnel tras túnel (mas de cien) hemos llegados en el parque natural de “Le Cinque Terre” en Levanto. El perfume intenso de la flora mediterránea nos ha acompañado hasta la nuestra localidad de Levanto. Allí una habitación muy confortable en un típico pueblo ligur nos ha mecido por algunos días. Para nosotros, que llegábamos de una ciudad muy ruidosa y llena de polvo, el despertar al canto de las cigarras con el intenso perfume de las hierbas aromáticas y la vista del valle constelado de pueblos medievales, nos ha parecido como de estar en paraíso.
Levanto ha sido declarada ciudad slow (que va despacio) y de hecho se ha demostrado una ciudad muy acogedora, tranquila y muy bonita. El casco antiguo es completamente peatonal y está lleno de “focaccerie” tienda que hacen e venden focaccia, muy parecida a la pizza pero mas alta en espesor y preparada con mas aceite de oliva en la masa que le dona mas esponjosidad y sabor, y como para la pizza, también la focaccia se presenta con diferentes toppings con o sin salsa de tomate. Buenísima, absolutamente para no perder. En la focacceria se encuentra la farinata otra especialidad para chuparse los dedos. Está hecha con harina de garbanzos, agua, aceite de oliva y sal, se deja reposar unas horas y después se vierte la mezcla en una capa muy fina en una bandeja para horno y se cuece a 250 ºC. Se esparza con un poco de sal y romero se gusta.
Una vez llegados en el parque natural de “Le Cinque Terre” no se puede evitar de ver las terrazas de tierra (cian en dialecto local), donde, gracias a la habilidad del hombre que ha sabido plasmar estas montañas y transformarlas en viñas acantilada sobre el mar, se producen vinos como el Cinque Terre Blanco y el Sciacchetra’.
El nuestro itinerario ha empezado desde Riomaggiore que juntamente con lo de Vernazza han sido los pueblos más espectaculares. El mejor medio de transporte, a causa de los problemas de aparcamiento ha sido el tren desde Levanto que cubre todos los 5 pueblos. Desde Riomaggiore a Manarola hemos recorrido la Via dell’Amore, un espectacular camino suspendido a 50 metros sobre el mar, que fue pensado para repararse de las explosiones durante la construcción de los túneles del ferrocarril y del túnel Biassa.

Donde dormir
L’Antica Pieve
Via Piccola, 10 località Montale –Levanto
Tel. 0187- 801417
http://www.lanticapieve.it/

Donde comer
Antita Ustaia “Zita”
Comida casera, porciones abundantes, barato y bueno
Loc. Lavaggiorosso Levanto
Tel.0187-800158

Trofie con calabacines, scamorza ahumada y pesto

Durante nuestra estancia en Liguria hemos comido trofie en ¡todas las salsas! En salsa de nueces, de pesto, de pescado y también con una simple salsa de tomate fresco y parmigiano. Las “trofias” son unas de la pasta típica de esa parte de Italia, antiguamente se hacían enrollando la masa entorno a un hilo de hierro haciendolas secar al aire ante de cocerlas. Hoy en día todavía hay gente que las preparan en esa manera y suele ser una tradición que se pasa de madre a hija.
Una vez llegado a casa de mis padres he querido preparar las trofias que he comprado en Liguria en manera diferente utilizando los productos de la pequeña huerta de mi madre. Allì me he encontrado con unas flores de calabacines así bonita y que tanto he echado de menos en tierra española, que no he podido resistir de cogerlas y añadirlas a mi plato.


Un par de calabacines
Algunas flores de calabacín
Tres o cuatros filetes de anchoas
Scamorza/provola ahumada u otro queso ahumado
Pesto
Mejorana
Albahaca
Tomatitos cherry


En una sarten poner dos cucharadas de aceite de oliva extra y saltear los calabacines cortados en juliana. Añadir los filetes de anchos y un poco de mejorana. Mientras tanto cocer las trofias. Cuando los calabacines estén listos añadir las flores y dejar cocer por un par de minutos mas o menos hasta que se ablanden. Escurrir la pasta reservando un poco del agua de cocción. Verter la pasta en la sartén y añadir la scamorza, algunas cucharadas abundante de pesto, un poco del agua de la pasta (un par de cucharadas), un par de tomatitos cherry cortados por la mitad, algunas hojas fresca de albahaca. Saltear y servir inmediatamente.